“BELLA,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella”.
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella”.
Neruda
El 8 de marzo celebramos en todo el mundo el Día
Internacional de la Mujer. Apenas un comienzo para reponer el valor de su
identidad ante todo lo que injustificadamente era la norma. Pero no hay
suficientes ni completas palabras para definir lo que es ser mujer. Incluso, intentar
preguntarles a ellas mismas sobre su papel y rol en la historia y en la
sociedad, puede derivar en un caudal de anécdotas, reflexiones profundas,
misterios, poesía, irreverencia, audacia, sensibilidad, asombro… y ya ven, que
tan cuantiosa serían las definiciones como las posibilidades de no encontrar
coincidencia en ninguna de las experiencias. O quizá, si haya algo alrededor
del cual gire todo: el amor.
Acá creemos en la mujer como la cimiente de toda obra y vida. Si no, ¿por qué razón toda creación tiene referencias en lo femenino matriz, maternal, madre naturaleza, tierra madre? La Mujer también posee fuerza de símbolo, de signo indescifrable, pero resplandeciente; si ese no fuese el caso, ¿por qué Neruda tributa gran parte de su maestría a la descripción de la Mujer? Tal vez el arte fue una propuesta femenina, una tentativa de manos de la Mujer Originaria que trajo su luz y sentido a todo el mundo. Desde esta imagen nos atrevemos a describir a la mujer, desde el alma, desde su activo papel dentro de lo personal.
La Mujer es en principio una luchadora. Abierta o conservadoramente, y replegada a sus emociones e instintos, ha hecho de su huella una marca imborrable en la historia. La mujer venezolana es un real reflejo de esto. Se ha sabido proyectar por sobre las especulaciones, sobre el machismo y la sumisión, sobre una herencia anticuada que las hacían a un lado. Pero sabe que no es suficiente, porque en el sentir de la mujer venezolana por asegurar la igualdad existe también la pertenencia, el acudir al llamado de otras mujeres que necesiten de ese ímpetu para poder confiar en ellas mismas.
La mujer venezolana actúa fiel a los ideales que sostienen con objetividad la sociedad. El que ahora ocupen espacios distintos a los habituales es un indicio de su apego al esfuerzo y el logro de metas. Su visión se caracteriza por la naturalidad de su desenvolvimiento, sin prejuicios ni obstáculos, donde las distinciones solo quedan remitidas a facetas meramente físicas y biológicas. Entonces, sin dejar de ser un ejemplo, la Mujer seguirá avanzando en la historia como una estela brillante. Ante todo, la Mujer es un llamado a la sensatez, al accionar pausado, a la resistencia callada, pacífica, pero decisiva. Y en un futuro celebrar el Día de la Mujer como fecha para reforzar compromisos. Solamente. Gracias, Mujeres del mundo.
Autor: Alinson Pino Bellorin
Coordinador Editorial de Educarte es Arte
Fotografía: Zailé Palacios
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