Empezamos el 2014 con una fecha importante en Venezuela: el 6 de enero
como el Día del Deporte. Su conmemoración se realiza con la idea de homenajear
a cada uno de los atletas venezolanos por su constante esfuerzo y motivación al
competir en los diversos eventos a nivel nacional e internacional. Es una
celebración que data desde 1945, y que tiene como referencia el recuerdo de
José Pérez Colmenares, uno de los considerados Héroes del 41.
En nuestra sociedad el deporte y el ejercicio físico están definidos
dentro de la personalidad de cada individuo. Incluso dentro de la cultura de
una comunidad o región. Ya sea como practicante o seguidor, existe un
compromiso que se relaciona con los valores de cada persona al efectuar
actividades físicas. Invertimos tiempo y esfuerzo en ello. Organizamos nuestro
tiempo y cotidianidad para darle un espacio a ese momento de libertad. De esa
forma, mantenemos una actitud positiva ante la vida, acercándonos a ideales de
salud y superación. Y esto ocurre en todos los ámbitos y a cualquier edad, a
pesar de los típicos prejuicios que surgen ante cada nueva iniciativa.
Obviamente, el desarrollo de un deporte se condiciona por el estado físico de
cada persona. Pero se trata de tomar conciencia y lograr un adecuado
desenvolvimiento.
Sin embargo, no te desanimes. El deporte es un gran aliciente y alentador de la vida. ¿Acaso no te has percatado cómo cambia para bien la vida de hombres y mujeres, posiblemente mayores que tú, al comenzar a trotar, nadar, practicar yoga, manejar bicicletas, entre otras actividades? ¿No observas una mejor disposición del espíritu en esas personas? Es verdad: te conviertes en una persona con grandes cualidades y en el que hace la diferencia dentro de su familia o grupo de amigos.
¿Qué se requiere para la práctica de un deporte? Ganas y alegría. Compromiso, igualmente. Enero es un mes para reponer un poco la forma que descuidamos por la gastronomía decembrina, así que pudieses escogerlo como punto de partida, aunque esto no es una limitante. Cualquier momento es ideal siempre que mantengas tu posición y motivación. Y es muy importante que no conviertas el ejercicio físico o el deporte en una rutina atormentadora ni excluyente. No caigas en presiones o exigentes andaduras que solo llevan a la depresión o a un deterioro del cuerpo. Solo vale la dicha, las metas particulares y la satisfacción personal.
La familia puede iniciar estos propósitos juntos. Una partida amena y semanal de algún deporte o ejecución de un ejercicio aligera el alma, suma salud y contagia alegría. ¿No sería buena idea comenzar este primer mes del año de esa forma? Alcancemos el año próximo con el compromiso intacto. Será allí nuestro punto de encuentro para sentirnos orgullosos de haberlo hecho juntos. Buen comienzo.