Reírse es el plan. #SomosCultura

Remarcamos el tono jocoso del título porque así deberíamos sentirnos siempre. No es que comencemos a actuar poco serios para cada situación de la vida o todo sea un chiste, pero, simplemente, hay que resaltar la chispa de esos momentos fraternales. Que si somos dicharacheros. ¡Vaya que sí! La relación que tienen en este caso el ingenio con el humor es sorprendente, al punto de que no se puede imaginar ser ocurrente sin ser creativo. ¡Aleluya! Al menos hay que pensar para reírnos.

El venezolano, muy especialmente los de esta parte que llaman donde el diablo dejó las cholas, les gusta reír, ¿a quién no? Sí, es verdad, pero hablamos cuando la fraternidad es campante y las relaciones entre personas bajo el pretexto de cualquier actividad o esparcimiento provoca azarosas situaciones que siempre lleva a comentarios adobados con “sabor”. Y ese el plan, que todos gocen, que se expanda la risa como un germen y no deje a nadie sin sentir un buen dolor de estómago por el esfuerzo acaecido.

No sé si te ocurre, pero ahora me parece que es un ejercicio fenomenal. Y tal vez uno de los que posea más sensibilidad por aquello de que siempre va dirigido al bienestar humano. Asociarnos con esos muérganos de nuestros compañeros, amigos o parientes activa, inconcientemente, desde el momento en que sabemos de algún encuentro, la curiosidad por la novedad, o el ¿con qué va a venir ahora Esteban de Jesús? O, tal vez, ¿no serás tú el muérgano, que siempre encuentra la forma de combinar situaciones y descripciones para hacernos reír hasta las lágrimas?

La chispa del humor engalana toda nuestra vida. En la escuela, la casa, la calle, la oficina nunca falta eso. Es como pedirle permiso un momento a la realidad, “soltar la bomba”, disfrutar del efecto provocado como una bendición y sentirse menos ansioso al volver a ser rutinarios. Incluso, muchas veces estos breves espacios se prolongan en los días libres o después de terminado un día de deberes cuando todos los involucrados llegan al consenso de que es justo y necesario seguir echando broma.

Sencillamente esa fraternidad surgida de las relaciones entre las personas es vital. Un milagroso acto donde solo se permite la alegría, el compañerismo y el compartir. Siempre de una manera sana, ¿eh? No querrás empañar un gran momento. Así será que nuestra convivencia sea tan natural y esencial.

Autor: Álinson Pino
Coordinador Editorial de Educarte es Arte