Mamá: porque siempre te amamos. #SomosCultura

“Madre es el nombre de Dios que vive en los labios y el corazón de todos los niños”.

William Makepeace Thackeray

¿Qué mira por primera vez el niño y niña recién nacidos después del parto? ¿No es la repentina mirada hacia ti, Mamá, la inmediata asociación con el amor más grande del mundo? ¿Por qué, Mamá, siempre nos inspiras que todo estará bien mientras nos abraza? Cuando nacemos, por naturaleza, sabemos que en tu seno hay un espacio para comenzar nuestra experiencia de vida bien protegidos, y al crecer, aparecen otras relaciones fundamentales, acentuadas con el tiempo y la crianza.

Madre, mamá, mami, ma, todo estará bien cuando te nombramos. Queremos que siempre estés allí, acompañándonos en nuestros mejores momentos. Eres la esperanza en forma de luz; el gesto de los más altos sentimientos de cariño y querer. ¡Lo reconocemos! Nuestro fervor hacia ti, Mamá, nos hace considerarte como la claridad contra las oscuridades del mundo y contra las nuestras propias. En aquella infancia donde los monstruos se agazapaban debajo de la cama, tu estandarte amoroso acababa con todos los terrores y con tu beso en nuestra frente volvíamos a dormir serenamente.

De la mano siempre nos llevabas al colegio, guiándonos, despidiéndonos con un beso en la frente hasta volver a encontrarnos a la hora de la salida y correr hacia tus brazos cálidos mientras hablando sin parar te contábamos nuestras anécdotas e historias del día. Y era inevitable quedar tristes toda una mañana si entrabamos a la escuela y no tuviste tiempo de darnos ese beso tan valioso y necesario, ese amuleto para que todo estuviese bien. Mamá, eres la que pacientemente escuchabas nuestras infinitas preguntas cada noche en las que nos leías cuentos. Reías dulcemente del asombro que provocaban tus palabras en nuestras fantasías al tiempo que nos consolabas con caricias en la cabeza.

Mamá, gracias por todo. Aun sigues espantando fantasmas, dolores y horrores agazapados a nuestro alrededor con esa tan natural dulzura que nos cobija. Todavía alcanzamos tu mano como esa segura alianza que reconfortará el corazón. Seguimos esperando el momento para estrecharte en nuestros brazos y contarte lo felices que somos debido a tu amor y cariño. Por ello te dedicamos el Día de las Madres; pero no solo se trata de una fecha. Es una vida dedicándote todo nuestro amor, por ayudarnos a recorrer este camino. Homenajearte porque eres elegida (y elogiada) para un don especial. Gracias, Mamá, por perpetuar en tu sonrisa la claridad de un mundo y una existencia maravillosa.

Autor: Álinson Pino
Coordinador Editorial de Educarte es Arte